Parece que fue ayer que se estrenó la primer película de Iron Man, entonces nadie imaginaba que once años después existiría todo un Universo Cinematográfico de Marvel, ni que veríamos la adaptación de la historia del Guantelete del Infinito a la gran pantalla. Pero así es como sucedió y este año tenemos la culminación de esta larga saga en Avengers: End Game.

Thanos chasqueó los dedos y la mitad del universo desapareció, literalmente. Ahora nuestros héroes no tienen más que dos opciones: mirar al frente e intentar reconstruir sus vidas con lo poco que les queda, a pesar de la familia que perdieron o buscar y perseguir a Thanos (Josh Brolin)  hasta el fin del Universo en busca de una pequeña posibilidad de combatir lo in-combatible, la muerte.

Sin duda hay algunas cosas que ya se esperaban de esta película pero muchas otras nos toman desprevenidos, gratamente desprevenidos. Definitivamente el MCU no volverá a ser el mismo y aún nos quedamos con muchas dudas y preguntas de lo que se viene para el futuro, si bien este filme nos dejó vislumbrar parte de lo que nos traerán en los años futuros.

Por su puesto que los efectos especiales no son menos de lo que se puede esperar para un peso pesado como Avengers: End Game y está llena de escenas icónicas, secuencias de pelea muy originales y «momentos» conmovedores. La producción y el modo en que nos llevan a través de diferentes secuencias, es realmente divertido y por lo general, poco predecible, lo que se agradece. La música, escrita por Alan Silvestri, es el perfecto complemento para terminar de deleitarnos y transportarnos a otro mundo.

Sin embargo, el guion es la parte más floja de esta entrega, mientras en Avengers: Infinity War, parecía haber un plan de batalla sólido para pelear contra Thanos, una estrategia, en este filme parece más que nada obra de la casualidad el modo en que resuelven los diversos obstáculos en su camino. Y aunque resulta conmovedor ver a nuestros héroes sufrir las consecuencias de los eventos sucedidos en la cinta anterior, algunas escenas resultan un poco plásticas y no causan todo el impacto que podrían. De hecho hay una escena en especial que implica a Nebula, que sin tanto esfuerzo les quedó épica, pero que la misma película subestima y no le da el peso necesario. Por lo demás, lo que enriquece mucho al filme es que para variar, vemos un lado distinto de nuestros protagonistas, un lado más humano, débil y vulnerable incluso, esto da oportunidad a varios de los personajes de evolucionar, de cambiar.

Entre los personajes que brillaron en la película está sin duda y en primer lugar, Nebula (Karen Gillan) quien opacó por mucho a lo que habíamos visto de su hermana en entregas anteriores, Iron Man, como era de esperarse se luce, Hawkeye (Jeremy Renner) destaca de una forma insospechada y seguramente, Hulk (Mark Ruffalo) y Thor (Chris Hemsworth) causaran reacciones encontradas entre el público, unos amaran su evolución en esta película, otros la odiaran. Irónicamente, Carol Danvers (Bree Larson) terminó siendo quizás demasiado poderosa para la conveniencia de los hermanos Russo. Los que ya la vieron entenderán a lo que nos referimos.

Hay un sin número de guiños a cada una de las películas que los fans amarán, el humor en general está bien balanceado, aunque hay algunas escenas en las que viene sobrando e incluso entorpece un tanto la secuencia alargándola más de lo estrictamente necesario.

¿Qué hay de las casi 3 horas de película? Pues, en general se siente que el filme es un poco más largo de lo necesario, teniendo en cuenta que hay escenas, sobre todo de humor, que de haberse eliminado no se hubieran echado de menos pues no aportan nada a la historia. Pudieron utilizar ese tiempo en profundizar un poco más en la trama, que queda bastante floja y hace que la primera mitad de la película se hace excesivamente larga.

Para concluir, Avengers: End Game, es una película que los fans amaran, es la perfecta cereza del pastel para el MCU, sin embargo aún hay aspectos que pudieron pulirse un poco más para hacerla inolvidable. En general es entretenida y divertida, aunque aquellos que no estén muy familiarizados con Marvel definitivamente terminarán aburriéndose a ratos porque se perderán la mayoría de las referencias y de los chistes, sin mencionar que la verdadera acción comienza hasta la segunda parte de la película. El ritmo no es tan fluido como en Avengers: Infinity War, pero los personajes son más orgánicos, con luces y sombras, y por vez primera nos dejan entrar en sus vidas y dar un vistazo detrás de la máscara. Es increíble que pudieran manejar a tantos personajes en una sola película, siempre resulta asombroso verlos a todos convivir armoniosamente en el mismo universo y ya sólo por eso vale la pena verla en pantalla grande.

Ahora no queda más que esperar para ver que nos trae el futuro y una nueva dirección, porque también los hermanos Russo, dicen adiós al MCU con este filme.

• B