Hoy en día el cine es uno de los entretenimientos más baratos que hay y ciertamente, uno muy revituable. Por lo tanto no es de sorprender que semana con semana nos encontremos con nuevos estrenos que nos prometen contarnos historias interesantes ya sean de drama, de suspenso, de terror, comedia, etc. Sin embargo tal pareciera que al menos en el cine comercial, hay una crisis de originalidad, así pues nos encontramos la cartelera llena de reboots, secuelas, precuelas, spinn offs y adaptaciones. Muy pocas películas se arriesgan a traernos algo nuevo, algo refrescante. Y es que bien dicen que «no hay nada nuevo bajo el sol», todas las historias ya han sido contadas. Aún así hay directores que nos demuestran que lo importante no es la historia que cuentes sino cómo la cuentes. Uno de estos visionarios directores es sin duda Christopher Nolan quien con su recientemente estrenada Dunkerque (Dunkirk) incursiona esta vez en el tema bélico y lo hace de manera expectacular.
Alabada por la crítica y con una buena recepción en general por parte del público, Dunkerque será seguramente una de las contendientes para el oscar, lo cual no se trata de una sorpresa dado el talento y frescura que ha demostrado Nolan en sus películas a través de los años. Pero ¿qué hace especiales a las películas de Nolan? ¿Cuál es el estilo que lo caracteriza y que con los años ha ido perfeccionando y desarrollando? Para comprenderlo debemos hechar el tiempo atrás al inicio de su carrera.
Desde niño mostró su interés por el cine, ya que usando la cámara Súper 8 de 8mm de su padre se dedicaba a grabar a sus juguetes. Nolan tiene nacionalidad estadounidense por parte de su madre y británica por parte de su padre. Creció alternando entre ambos países de forma que está familiarizado con el estilo de vida inglés y «gringo». Estudió Literatura Inglesa en la University College de Londres lo cual seguramente ayudó a que se hiciera una noción más precisa la composición de una historia, sus protagonistas, sus antagonistas, su desarrollo.
Tras realizar algunos cortometrajes a sus 27 años aún era estudiante de la Universidad de Londres cuando terminó su primer largometraje Following estrenado en 1998 en Estados Unidos. Following nos presenta la historia muy sencilla sobre un escritor que se aficiona a seguir a las personas, aprender sus rutinas, ver a dónde van y lo que hacen. El problema es cuando esta obseción va llevándolo a que va creciendo como una tormenta que va consumiendo la mente del personaje principal.
Pero fue su cinta Memento estrenada en el festival de cine de Sundance la que lo puso en boca de todos en el año 2000.
Su tercer filme Insomnio (Insomnia) se trató del remake de la película noruega de 1997 que lleva el mismo nombre. Con un increíble reparto integrado por Al Pacino, Robin Willians y Hilary Swank nos encontramos en un pueblo en Alaska dónde ha sido asesinada una joven estudiante. El detective Will Dormer (Al Pacino) ha viajado desde Los Ángeles dispuesto a resolver el caso y a la vez huyendo de un obscuro pasado. Tras acorralar a un sospechoso, el detective sigue su pista entre la espesa niebla que le rodea. Cuando lo tiene en la mira y dispara resulta que se trata de su compañero Hap Eckhart (Martin Donovan). El protagonista se debate entre el deseo de hacer lo correcto, la culpa y la responsabilidad de encontrar al asesino sin que su error le cueste el caso. El problema es que hay otra persona que sabe lo que hizo: el asesino. Así pues veamos al protagonista incapaz de dormir durante días y días, puesto que en esa época del año nunca se pone el sol, intentanco encontrar pistas, ocultar a su equipo la verdad, lidiar con el asesino que sabe demasiado; aferrándose a una realidad que poco a poco se deforma. La línea entre el bien y el mal se desdibuja cuando el instinto de supervivencia se impone. Nolan juega con nuestras mentes nuevamente, la herramienta del tiempo es importante para desconcertarnos y gracias a las excelentes actuaciones es fácil conectar con los personajes, compartir sus temores, sus frustraciones.
Hasta ése momento a pesar de lo diferente de sus historias, se puede decir que hay tres elementos que se mantienen: el psicológico, el elemento del tiempo como herramienta para desafíar la mente del espectador y atraer su atención al presente, el empleo de la subjetividad humana en cada historia para hacerla crecer alrededor de los personajes, convirtiéndola en una causa en lugar de un fin. Christopher Nolan deseaba sin embargo tener más recursos para llevar a la pantalla proyectos personales más ambiciosos, por lo tanto cuando le llegó la oportunidad de filmar Batman aceptó de inmediato… Pero de eso hablaremos la próxima semana.
A pesar de las críticas, la fuerza le acompaña en taquilla