La creación de Masumanue Shirow, que empezara como un manga ha sido adaptada en dos animes, tres películas animadas y cuatro video juegos, finalmente después de numerosos intentos de hacer una película live action DreamWorks y Paramount Pictures nos entregan Ghost In The Shell: La Vigilante del Futuro (Ghost in the Shell), dirigida por Rupert Sanders (Blanca Nieves y el Cazador).
Scarlett Johannson interpreta a Meera, mejor conocida dentro de su unidad como La Mayor. Ella habita en un futuro no muy lejano, en el que el ser humano ha construido una relación casi simbiótica con la tecnología. Así pues no es difícil encontrarse que las personas hayan remplazado partes de sus cuerpos por mejoras robóticas. Sin embargo La Mayor es el siguiente paso de la evolución humana: todo su cuerpo a excepción de su cerebro es artificial, es una cyborg. La Sección 9 encargada de luchar contra los ataques cibernéticos, y comandada por La Mayor, investiga un nuevo caso en el que los terroristas hackean información directamente de las mentes de sus víctimas. Pronto dicha investigación se convertirá en una búsqueda personal para La Mayor cuando descubra que su pasado no es exactamente lo que le han hecho creer y que irónicamente, las respuestas parece tenerlas la persona menos esperada, el terrorista detrás de los ataques, Kuze (Michael Pitt).
La adaptación de este live action ha causado controversias, ya que muchos fans no consideraban que fuera necesaria pues ya las películas animadas y el anime son muy buenas. En segundo lugar está el «withewashing», en otras palabras, que Hollywood eligiera una actriz estadounidense para interpretar un personaje asiático. Aunque tomando en cuenta que se trata de un cuerpo artificial en el que el «ghost», el alma, de La Mayor, ha sido introducido, no resulta tan fuera de lugar.
Precisamente hablando del cast, inicialmente se le había ofrecido el papel protagónico a Margot Robbie, quien declinó la oferta para trabajar en Escuadrón Suicida dejándole el lugar a Scarlett Johannson. La actriz se desempeña muy bien asumiendo la piel sintética de La Mayor, se nota lo incomoda y sola que se siente dentro de aquél cuerpo privado de la capacidad de sentir, limitada a ser una mera observadora en un mundo con el que no tiene conexión. Scarlett también adopta una forma de moverse rígida, poco natural, acorde a un cuerpo robótico, pero contrario a lo que se puede esperar, no le resta fluidez a la hora de pelear, ni estética, de hecho tiene un estilo de combate atractivo, limpio y muy singular. Su fiel compañero Batou interpretado por Pilou Asbæk (Juego de Tronos, Borgen) se gana rápidamente el cariño del espectador gracias a su carisma y encanto, además de sus habilidades como combatiente y además, al ser una de las relaciones más íntimas de La Mayor, ayuda a darle corazón y algo más de humanidad a nuestra protagonista. El líder de la Sección 9, Daisuke Aramaki (Takeshi Kitano) que a pesar de su avanzada edad también sabe patear traseros, tiene un aire de sabio filósofo que no termina de convencer puesto que a pesar de la inmensa verdad que albergan sus palabras, carecen de poder, de profundidad. Lo cual en realidad es un problema del guion y la trama, del que padece todo el filme.
Y es que a pesar de la gran calidad del material de origen, que ha ganado millones de fans arededor del mundo, y de que la película nos plantea un villano muy interesante y humano -interpretado perfectamente por Michael Pitt-, Ghost In The Shell: La Vigilante del Futuro, carece de alma. Bien pudieron hacer una trilogía pues la trama daba para mucho, más en lugar de ello decidieron recortar los detalles, parchar algunas subtramas a la historia principal y darnos la versión resumida. De hecho no se puede decir que la película tenga un cierre, pues tras casi dos horas de iniciada la cinta, terminamos sin sentir una verdadera evolución de La Mayor, ni las repercusiones o el impacto que debieron tener tanto en la protagonista como en la Sección 9. Algunas escenas se sienten forzadas a encajar y la trama cae en la superficialidad, dejándonos con la sensación de que apenas si rosamos la superficie de un mundo más grande, de personajes más ricos y tridimensionales de lo que nos dejan ver.
Por otro lado, en cuanto a la parte visual, el corte de la película es cyberpunk y tiene una estructura completamente sintética. Los efectos visuales nos hacen sentir de pronto dentro de un videojuego, con escenarios comunes transformados en algo irreal y sorprendente gracias a la fusión con la tecnología que nos harán ver por ejemplo una enorme serpiente holográfica enroscada en un edificio. Y si bien los efectos son excelentes en la mayoría de las tomas, en algunas otras tristemente se nota el uso de la pantalla verde. Los movimientos de cámara, atrevidos y dinámicos, ayudan a compensar un poco esta debilidad, por su puesto de la mano de la fotografía que es hermosa y al mismo tiempo hace parecer las cosas frías e inorgánicas. En el vestuario nos encontramos con cosas inspiradas en la moda Japonesa, mezclando colores brillantes con grises y negros, vemos el uso combinado de metal, plástico y tela que le dan un matiz futurista pero verosímil. Otra de las fortalezas de Ghost In The Shell: La Vigilante del Futuro, es la increíble música compuesta por Clint Mansell (El Cisne Negro, Réquiem por un Sueño) que aporta muchísimo en la construcción de este mundo, combinando la percusión tradicional Japonesa con coros y sintetizador.
Resumiendo, Ghost In The Shell: La Vigilante del Futuro aspira a ser fiel al material de origen pero se esfuerza demasiado en encajar dentro de lo comercial para atraer público, no se arriesga, no trasciende ni profundiza todo lo que promete. Definitivamente vale la pena verla en el cine para disfrutar de los efectos y las tomas perfectamente construidas, aunque el 3D no hace mayor diferencia. Y aunque hay algunos guiños a los fans, definitivamente no conserva la esencia de la historia original, ni permite a los personajes crear verdaderas relaciones entre sí. No es la adaptación que la obra de Masumanue Shirow merece tener, pero logra entretener y seguramente habrá quienes gracias a ella se den la oportunidad de ver el anime o leer el manga.
A pesar de las críticas, la fuerza le acompaña en taquilla