Serie creada por Sam Esmail y protagonizada por Rami Malek, sigue la vida diaria de Elliot, un joven hacker que trabaja en una compañía de seguridad informática, Allsafe. Elliot sufre trastornó de ansiedad y fobia social, lo que le impide relacionarse normalmente con las personas, manteniéndose aislado.
Sin embargo, eso no le detiene a la hora de hackear cuentas y redes sociales de conocidos y amigos, sin mencionar que por las noches se dedica a entregar criminales a la policía hackeando de igual forma sus cuentas y encontrando evidencia.
Su vida corre hipotéticamente normal hasta que se topa con “fsociety” un grupo de hackers cuyo líder es Mr. Robot, la misión de este exclusivo grupo es iniciar una revolución informática, pero para eso necesitan a Elliot pidiéndole que se una y colaboré en el proyecto, no obstante, para ello, Elliot tendrá que hacer cosas en las que no está de acuerdo, poniendo a prueba sus propias creencias.
El primer episodio “Hello Friend” es un vistazo a la vida confusa y llena de consternación de Elliot, desde un principio posiciona al espectador en el papel del amigo imaginario del protagonista, con el que él mantiene conversaciones recurrentes. Esto, hace mucho más sencillo a uno relacionarse con los personajes y sobre todo simpatizar con el joven y atormentado hacker.
El pasado de Elliot es un completo misterio, no obstante, se refleja constantemente en la situación emocional actual del personaje.
Los temas sociales abordados en esta serie hacen sin duda reflexionar al espectador, la visión de Elliot respecto a la sociedad pronto escala en la conciencia de los que lo escuchan, habla de cosas comunes, problemas comunes, como el consumismo o conformismo.
Cabe destacar que laa actuación de Rami Malek es remarcable, ha demostrado tener habilidades, las cuales antes no había tenido la oportunidad de demostrar. Así que ha resultado una grata sorpresa y una gran revelación.
Mr. Robot, es en definitiva una serie inteligente, bien pensada que ralla en lo filosófico. Vemos a un joven intentando sobrevivir a sus propios demonios, mientras trata desesperadamente hacer un cambio por sí solo, a sabiendas del resultado casi invisible; permaneciendo tras un monitor protegiendo la ilusoria realidad en la que sus más allegados viven.
A pesar de las críticas, la fuerza le acompaña en taquilla