Battle Angel: La Última Guerrera, Review
¿Robot asesino o cyborg con corazón humano?
- Review por Heidi Betancourt
- Categorías: Artículos, Cine & TV, Highlights, Review Cine&TV
En esta época del cine dónde nos vemos plagados de héroes y de increíbles efectos hechos por computadora en el que no es fácil sobresalir, llega Battle Angel: La Última Guerrera con un look futurista, pero cuyo estilo y diseño recuerda mucho a las cintas de los ochentas del mismo género, como Blade Runner, Terminator y Robocop. Con Robert Rodriguez (Sin City) en la silla del director y con James Cameron (Avatar, Titanic) como guionista, es claro que el filme quiere reclamar su propio lugar entre los clásicos de ciencia ficción y robar nuestros corazones. Pero ¿es esta película entrañable o una más del montón?
El doctor Dr. Dyson Ido (Christoph Waltz), ha hecho un singular descubrimiento entre la chatarra: un ciborg. Siendo un especialista en construcción y reparación de droides, vuelve a la vida a Alita (Rosa Salazar), quien resulta ser única en su clase en más de un sentido. Amnésica, Alita debe conocer este mundo futurista en el que ha despertado, la Ciudad de Hierro, un lugar post apocalíptico y sombrío, donde sólo los más fuertes sobreviven. Alita aprenderá el significado del amor y el sacrificio gracias al Dr. Ido y a Hugo, un singular joven que le enseñará como moverse en esta extraña ciudad y quien le ayudará a encontrar las respuestas del misterio que encierra su pasado.
Comencemos aplaudiendo el nivel de detalle en la creación de sus cyborgs, algunos llegan incluso al punto de lo artesanal (sobre todo el de Zapan y Alita). Hicieron un gran trabajo con la animación a través de la captura de movimiento en Alita, y su diseño se aleja de lo que nos tienen acostumbrados a esperar de un ciborg, algo que se agradece. Por otro lado, las secuencias de acción son ágiles, entretenidas y dinámicas en pantalla.
Al inicio del filme se nos presenta La Ciudad de Hierro, que nos evoca un poco a lo que ya hemos visto anteriormente en sagas como Star Wars, pero gracias a la música compuesta por Tom Holkenborg (Mad Max: Fury Road, Deadpool), y a la premisa que se nos plantea, nos transportamos al que promete ser un interesante lugar que guarda muchos secretos, abandonado de la mano de dios, donde la justicia se ejecuta con sangre. Hasta allí todo apuntaba a que veríamos una historia cruda, dramática y llena de acción. Sin embargo nuestras esperanzas jamás se ven cumplidas. Y es que lo que sucede con Alita, es que nos presenta un increíble escenario y personajes que nunca se nos deja conocer ni explorar. La mayor parte del tiempo estamos ocupados en largas secuencias de acción conectadas por diálogos pobres y una trama tan escueta que uno puede ir tranquilamente a la dulcería a rellenar el vaso de refresco sin temor a haberse perdido de nada importante.
La historia es tan plana, como los personajes unidimensionales y olvidables, es decir, al Dr. Ido pudo interpretarlo cualquier otro actor y ahorrarle la molestia a alguien de la talla de Christoph Waltz. En cuanto a nuestra protagonista, es una Mary Sue: demasiado poderosa, intocable, inalcanzable y nunca se siente que corra un peligro real pues vence a sus enemigos con una facilidad sorprendente. A Rosa Salazar no se le da un momento para destacar por su talento actoral, pues como la película se apoya demasiado en los efectos especiales, la humanidad de Alita se esfuma y sólo nos queda la coraza, deslumbrante y ágil, sí, pero hueca, de un robot. Aún los breves momentos donde se muestra «vulnerable» carecen de credibilidad, pues son forzados y absurdos. En parte esto es culpa del guion que de pronto es pretende ser crudo, y a la siguiente escena nos propone una situación cursi casi al estilo adolescente.
Quizás si Robert Rodríguez además de dirigir, hubiese escrito también el guion tendríamos una historia muy diferente, más realista y orgánica, en cambio el filme parece contener los golpes todo el tiempo para no mostrarnos tanta sangre y violencia como la historia lo exige. De hecho podemos comparar las numerosas escenas y diálogos con la animación de 1993, que aunque son muy similares Battle Angel: La Última Guerrera es una sombra de la animación. El anime no sólo contiene violencia gráfica, es sangrienta, obscura sino que también sus escenas se sienten más fluidas y naturales. En especial una secuencia con la Dra. Chiren (Jennifer Connelly) que en el filme no termina de tener sentido, en el OVA encaja tan bien que en una sola escena conocemos mucho mejor al personaje.
Battle Angel: La Última Guerrera es medianamente entretenida, con una historia que hemos visto contada ya mil veces de formas mucho más ingeniosas y originales. Nos quedan a deber la mejor parte de la historia bajo promesa de una o varias secuela o secuelas y nos dejan con una trama que sirve sólo como excusa para presentarnos un espectáculo visual de combate y mutilación robótica. Lo peor es que la invulnerabilidad de Alita hace que las escenas de acción no sean tan disfrutables puesto que ninguno de sus enemigos le llega a los talones. Battle Angel: La Última Guerrera es, sencillamente, mucho ruido y pocas nueces.
- B