Una vez más Dreamworks nos lleva de vuelta a la isla de Berk, con Hipo, Chimuelo y sus amigos para narrarnos la última aventura de estos valientes jóvenes en Cómo entrenar a tu Dragón 3: El Mundo Perdido (How to train your Dragon: The Hidden World). Nueve largos años ha tomado a esta historia llegar a su capítulo final.  ¿Ha valido la pena la espera?

Berk se ha convertido no sólo en un pueblo que ha aprendido a convivir con dragones, sino en un verdadero refugio para estas temibles criaturas de noble corazón que Hipo y los suyos se dedican a rescatat de manos de los cazadores. Pero cuando conocen a Grimmel, un temible y audaz cazador obsesionado con Chimuelo, el alfa de la manada de dragones de Berk, Hipo tendrá que tomar decisiones drásticas para poner a salvo a los dragones y a su pueblo.

Primeramente, la historia sigue más o menos la misma línea de los filmes anteriores, por lo que no guarda sorpresas, es entretenida y divertida a ratos pero floja en muchos otros. El guion intenta, mediante frases «motivacionales» compensar la falta de epicidad en la historia y el torpe manejo de los personajes. Nuestro protagonista sigue siendo el mismo joven aventurero y temerario que nos conquistó la primera vez, lo que está muy bien, sin embargo no parece madurar en ningún momento lo suficiente para tomar el lugar de Estoico como líder de su pueblo, ni si quiera al final del filme.

Por otra parte, la relación de Hipo con Astrid es más como si fueran mejores amigos o hermanos, eel romance nunca aparece, la química entre ambos es cero y el desarrollo de la relación nulo por lo que emparejarlos resulta poco natural. Un lamentable desperdicio lo que hicieron con Valka, la madre del protagonista, quién se nos presentó como una mujer muy interesante y misteriosa en la película anterior, con mucho que enseñar a Hipo y su pueblo, sin embargo, en todas sus escenas su presencia parece forzadas con diálogos que parecen demás o fuera de lugar.

Grimmel promete ser un verdadero peligro desde un inicio, alguien digno de respeto, de esa clase de villanos que fuerzan al héroe a crecer para poder hacerles frente. Al final Grimmel se limita a cumplir su rol como antagonista de Hipo… y ya.

Tenemos que admitir que lo más entretenido fue ver a Chimuelo flirtear con la Furia Luminosa y la relación que poco a poco va creciendo y desarrollándose entre ellos. Este par no tiene que hablar para expresar sus miedos y ambiciones, basta con verles relacionarse para entenderlo. Se nota que son el uno para el otro, y no sólo porque sean de la misma especie. ¿Por qué no pudieron hacer lo mismo con Astrid e Hipo?

La animación es hermosa claro, sobre todo cierta secuencia en la que nos hacen acompañar a los dragones y volar a través de las nubes durante una tormenta, y aquella otra escena en que nos llevan bajo tierra para ver un mundo lleno de piedras y plantas luminosas, ambas lucen increíbles. Así mismo el diseño de la Furia Luminosa es estético, hermoso y bien cuidado. Si bien es cierto que, por momentos, da la sensación de que recorremos los mismos escenarios que en las anteriores entregas, sólo que tienen algunos retoques para darles un aire novedoso.

Digamos que Cómo entrenar a tu Dragón 3, hará suspirar a muchos, traerá recuerdos agradables a los fans debido a los numerosos guiños y puede que la ternura de los personajes conmueva a otros, pero en cuanto a historia deja mucho que desear. La película es terriblemente plana y demasiado similar a lo que ya nos trajeron antes. Hipo necesitaba un gran villano, una gran aventura para terminar de convertirse en el gran líder que estaba destinado a ser, pero todos los problemas que afronta nuestro heroe son solucionados de forma relativamente fácil. Aparentemente Dreamworks no quiso arriesgar demasiado y prefirió hacer algo que sabía que gustaría, colgándose mucho del factor nostalgia.

Sencillamente, para tratarse del cierre de una trilogía, Cómo entrenar a tu Dragón 3 deja mucho que desear.

Nota: Si no quieren que les resuman toda la película, no vean el tráiler.

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