Dumbo, review
¿La magia del Tim Burton es suficiente para hacer volar a este elefante?
- Review por Heidi Betancourt
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Uno de los más conmovedores clásicos de Disney estrenado por allá de 1941 regresa con la visión del genial y siempre excéntrico Tim Burton para traer la versión live-action a la pantalla grande. Con un excelente reparto y un diseño de animación impresionante, la única pregunta es si logrará coronarse como digna sucesora de la original o si fallará estrepitosamente.
Tras la guerra, Holt Farrier (Colin Farell) regresa a casa con sus dos pequeños hijos Milly (Nico Parker) y Joe (Finley Hobbin). Holt encuentra trabajo en el circo de los Hermanos Medici como cuidador de elefantes. Sin embargo el nacimiento de Dumbo, un bebé elefante con orejas extraordinariamente grandes, cambiará la vida de todos en el circo, en especial de Milly y Joe que rápidamente encontrarán en Dumbo un fiel y sorprendente amigo.
La versión animada por CGI de Dumbo es excelente y aunque no diga una sola palabra sus gestos nos transmiten perfectamente sus pensamientos. Es encantador, muy expresivo y no pierde su ternura. Todo el diseño de animación y efectos especiales está sumamente cuidado y bien encajado dentro del mundo del circo. Nada se siente de más y para variar no se abusa de ellos.
También el soundtrack nos ofrece diferentes versiones de las canciones originales, en especial de una de las más conmovedoras. Estas se integran junto con las nuevas piezas musicales de una forma sutil y acertada. No por nada su compositor, Danny Elfman ha sido nominado y ganado a numerosos premios.
El problema de este filme es que su trama es pobre y se recarga en los efectos visuales y en el glamur del elenco (no podemos decir que en su talento pues el guion no les da oportunidad para dar una sólida interpretación). Sucede que la historia original está resumida en los primeros 20 minutos de película, y aunque conserva numerosos guiños y secuencias icónicas que harán conmoverse a los que crecieron con la versión animada, le falta alma y corazón. Eestiran y estiran la historia, añaden algunos giros muy predecibles y nada originales, colores brillantes y buenos efectos, y con eso pretenden llenar las casi dos horas de filme.
Los personajes son unidimensionales, grises, salvados solo por los grandes actores que hay detrás, sin duda la película sería muy aburrida sin ellos. Y aunque Dumbo tiene todas las cualidades para ser entrañable, en lugar de dejarnos aprender un poco más sobre él, sobre su especie, la oportunidad se desperdicia y lo vemos reducido a ser más un perrito que un elefante. El tiempo que convive con su mama es extremadamente corto en comparación del tiempo que pasan corriendo de un lado a otro.
Por otra parte, Dumbo, excepto por breves momentos que se derrumban con rapidez dado que no resultan demasiado asombrosos o demasiado entretenidos -con excepción quizás de la escena con los elefantes rosas-, carece por completo del espíritu circense. Lo único que mantiene todo el color y la «alegría» relacionada con el circo es el hermoso diseño de vestuario que siendo extravagante, no cae en lo ridículo.
En resumen, aunque bien equilibrada visualmente, es decir, sin estar demasiado saturada -algo difícil de creer tratándose de Tim Burton-, Dumbo carece totalmente de historia. Recordemos que a pesar de la sencillez de la versión animada y de su corta duración (64 minutos), estaba llena de escenas conmovedoras y números musicales que a la fecha siguen siendo recordados. Sin embargo, Disney disponiendo esta vez de mucho tiempo extra y presupuesto -algo con lo que en 1941 no contaba- para enriquecer la trama y darnos personajes bien construidos y definidos, entrañables, no lo hace.
Lamentablemente los fans del ratón seguirán viendo estos ramakes carentes de prsonalidad, impulsados en gran medida por el factor nostalgia. Y así es como tristemente Dumbo se añade a la lista de live-actions que pretenden una corona que es difícil de alcanzar. Después de todo, estas películas no se han convertido en clásicos por nada.
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