Después de tan ataviada y fantástica campaña de publicidad, Deadpool se convirtió en tal vez una de las películas de superhéroes (o más acertado: anti-héroes) más esperadas del año en un tiempo bastante corto. Inclusive aquellos que tenían poca o nada idea del personaje terminaron por caer ante los irreverentes encantos del mercenario.

Es poco decir que Deadpool marcó un muy buen inicio de año en las adaptaciones de comics, y si bien, Wade Wilson le abrió las puertas a más largometrajes de esta clase con una clasificación para adultos, no aportó mucho más al genero.

La película es endemoniadamente divertida, algunos chistes dan en el clavo, mientras otros se pierden en el camino. Las referencias a la cultura popular abundan, sin mencionar al mismo universo de Marvel o fallos que el actor, Ryan Reynolds, tuvo en el pasado como el ya mencionado y ridiculizado (inclusive por él mismo), Green Lantern, o la pasada adaptación del personaje que fue llevada al cine en X-MEN Origins: Wolverine.

Para ser un proyecto que contó con un presupuesto de $58 millones de dólares, lograron algo remarcable, agudo y lo que los fanáticos de este descarado anti-héroe esperaban.

Sin embargo, no lo tiene todo. Es realmente irónico como el largometraje se mofa de los clichés en las películas promedio de superhéroes, mientras esta misma lleva arrastrando un par de ellos.

El desarrollo y trama son flojos y carecen de originalidad, inclusive el final de dicho film podría dejar un poco decepcionado a más de uno, aunque claro estos defectos se ven fácilmente superados por el carisma, ingenio, ejecución y la gran personificación del personaje de Deadpool.

Ryan Reynolds logró traer a la vida al mercenario como arrancado de las páginas, definitivamente el actor demostró que se preocupa y le importa el personaje, dejando en claro que no habrá otro mejor actor para el papel.

Uno de los aspectos más curiosos en la adaptación es como implementan un monologo y charla con el espectador, que imita a la perfección las múltiples personalidades y parloteos consigo mismo que sus lectores recordarán de los comics, volviéndola mucho más disfrutable y entretenida.

En definitiva no es perfecta, mientras es realmente fuerte y concisa en varios aspectos, en otros se queda corta y se vuelve repetitiva, una más del montón; no obstante es ocurrente, hilarante y creativa en cuanto a su protagonista, Wade Wilson, dando pie al deseo de ver una vez más a este singular personaje en la pantalla grande.

• 8.5