- Por Hpar Arafle / marzo 20, 2020
Los juegos de Metroidvania son uno de mis juegos favoritos, ya que la exploración y la navegación en el juego son una buena manera de atraparme, desde la manera en como se controla el personaje en el mapa hasta en adentrarme en la historia del mundo.
Aunque he entrado tarde en los juegos de este género (no jugué Super Metroid hasta el año 2000), siempre trato de darles algo de mi tiempo, especialmente cuando es de una franquicia que logró captivarme.
La serie de Ori es una de ellas, en donde el mundo hermoso de Ori and the Blind Forest logró captivarme desde su historia, su mundo y sobre todo sus personajes. Así que cuando anunciaron la secuela Will of Wisps, lo puse inmediatamente en mi lista de espera. Y ahora ya tuve la oportunidad de jugarlo, lo cual era exactamente lo que esperaba: un juego de aventuras y exploración en un mundo nuevo y personajes caristmáticos en una aventura memorable, en pocas palabras. ¿Tiene problemas? Solo unos cuantos, y no es realmente el mejor juego de este género, pero sigue siendo una buena opción no nomas para los fans de los juegos de exploración, sino para los videojugadores en general.
Con la llegada de una nueva vida comienza una nueva historia
Will of the Wisps es una secuela directa del juego anterior, en donde aparte de Ori y compañía, conocemos a Ku, la cría de Kuro. Con el paso del tiempo y con un poco de ayuda, Ku aprende a volar y hace un viaje junto con Ori, pero una tormenta los separa en una isla desconocida. Ahora, Ori tiene que encontrar a Ku antes de que algo malo pase.
A simple vista, Will of the Wisps es muy parecido a Blind Forest, con el hecho de que estás explorando una isla en dos dimensiones, descubriendo habilidades para poder avanzar, y en esencia así es, aún con ciertos cambios para hacerlo único.
Uno de esos cambios es que como estás en una isla nuevo, conocerás a nuevos personajes, y aquí habrá bastantes personajes que conocer, no solamente para entender y avanzar en la historia, sino también en cumplir ciertas misiones para conseguir recompensas. Esto ya le da una actividad más para darle variedad al juego.
Y aunque Ori también sigue siendo el mismo de siempre, tiene varios trucos nuevos para darte una experiencia fresca.
Explorando la isla en busca de un amigo
En el comienzo del juego, Ori tiene sus habilidades básicas como correr, saltar y escalar paredes. Pero muy pronto en el juego, conocerás el nuevo sistema de habilidades que le da a Ori más versatilidad en el juego.
Durante tu aventura, te toparás con habilidades que te ayudarán en tu aventura. Varias de ellas son pasivas, los cuales al obtenerlas ya tienes acceso a ellas (como el dash para avanzar más rápido, por ejemplo), mientras que otras habilidades los tienes que equipar para poder usarlos, teniendo tres botones de tu control dedicados a estas técnicas.
Como en el principio del juego no contarás con estas habilidades, no habrá mucho problema en usarlo, pero mientras vas avanzando y el ambiente y los enemigos se vuelven más complejos, vas a tener que conocer mejor estas habilidades y usarlas efectivamente. Afortunadamente, equipar estas técnicas se hace de manera rápida y con poca interferencia en el juego, ya que con el gatillo izquierdo accedes al menú, seleccionas tu habilidad con la palanca izquierda, lo equipas con su respectivo botón que quieras usarlo y listo.
Una aventura nueva y los peligros dentro de ella
Lo que resalta más el juego es en su presentación, ya que tiene unas gráficas muy hermosas y música captivante que te atraparán en su mundo, y esto es por una buena razón: el punto fuerte del juego es en su historia y en sus personajes, ya que el juego quiere que te encariñes con ellos, que les prestes importancia en lo que hacen y en lo que dicen, y hace un muy buen trabajo con eso para que cualquiera se inmerse en el juego.
Pero a pesar de que tiene un buen enfoque en la historia, la jugabilidad también tiene espacio aquí, ya que tienes mucha libertad para enfrentarte a los enemigos con todas las opciones que tienes, especialmente al final cuando ya puedes explorar toda la isla con todas las habilidades disponibles.
Sin embargo, siento yo que el juego está inclinado a una dificultad alta. No digo que es un juego tan dificil, ya que en los casos en que pierdas toda tu energía, regresas unos pasos atrás para volverlo a intentarlo las veces que sean necesarias sin perder avance, además de que puedes cambiar la dificultad antes de comenzar un juego nuevo, lo cual cambia el daño que das y recibes en tu aventura.
La dificultad radica en el control, ya que vas a tener que usar todos los botones para realizar tus acciones, desde el dasheo, flotar en el aire, el bash (usar los proyectiles enemigos para impulsarte), el grapple (colgarte en ciertas partes con un látigo), los tres botones de habilidades que puedes equipar, y el salto.
Encima de eso, algunos movimientos comparten un botón, por lo que existen situaciones en que quieres hacer una cosa y hace otra. En muchas ocasiones no hay problema, ya que a pesar de que el dasheo en la tierra y en el agua usan el mismo botón, no tienes de que preocuparte por el contexto del entorno (al fin y al cabo no puedes nadar más rápido si no hay agua). Pero las técnicas Bash y Grapple también comparten un botón, y estas técnicas los usarás mucho, por lo que habrá momentos en que quieras hacer un movimiento y terminas haciendo el otro, especialmente cuando tienes la habilidad pasiva de usar Grapple hacia los enemigos.
Y así, poco a poco tendrás que aprender a acostumbrarte a controlar a Ori, aún más con varios de los obstáculos que te toparás, especialmente los que tendrás que usar una combinación de todas las técnicas (doble salto con dasheo y luego flotar para bashear un proyectil enemigo para agarrar más impulso y luego impulsarte en la arena con el botón de dasheo para estar al alcance de un punto donde puedes usar Grapple, por mencionar uno de los ejemplos más complejos). Para mí, una vez que entendí como se controlaba el personaje, me divertía en moverme de manera rápida y fluida en el mundo, pero debo que admitir que es algo complejo, especialmente para los video jugadores menos experimentados, lo cual es algo que hay que tomar en cuenta.
Últimas palabras
Al final, Ori es un buen juego que si vale la pena jugarlo, y aunque tiene ciertos detallitos por ahí y por allá que pueden resultar un poco frustrantes, creo yo que es un juego que vale la pena.
Lo que si puedo decir es que, a pesar de la cantidad de secretos que puedes encontrar, no hay mucha rejugabilidad una vez que termines el juego. Tal vez los retos que te encuentras para hacer un recorrido en el menor tiempo posible sea una razón para regresar, pero fuera de ahí no hay muchas opciones, ya que las misiones extras y los secretos los puedes completar en tu primer recorrido si te tomas el tiempo en explorar, y haciendo esto ya ves todo lo que el juego te ofrece. Aún así, Ori sigue siendo un juego recomendable.