Watch Dog 2 causa polémica en su día de lanzamiento

  • Por Heidi Betancourt / noviembre 15, 2016

Ambientado en la Ciudad de San Francisco, el día de hoy Ubisoft nos trae finalmente Watch Dogs 2, en el cuál podremos tomar el paper del hacker Marcus Holloway y usar nuestros conocimientos para manipular los dispositivos electrónicos de los descuidados ciudadanos y tomar el control.

Pero no ha transcurrido un día desde su lanzamiento, y ya esta dando de que hablar. Y es que al usuario Goron 2000, a quién aparentemente le fue entregado el videojuego antes de lo previsto (el fin de semana) y que pudo jugarlo antes que nadie, se le ocurrió compartir una imágen de ésta gráfica escena sexual que se encontró con el botón Share en la Network de PlayStation 4. El usuario ha sido sancionado por Sony, ya que la compañía tiene prohibido compartir este tipo de contenidos en sus redes. Así que la cuenta de Goron 2000 ha sido suspendida hasta el 21 de Noviembre.

Lo que causa mayor polémica es la ironía de que mientras Sony reprueba contenidos de ésta indole, Watch Dogs 2 tiene clasificación PEGI +18. Aquí nos encontramos con una línea muy delicada entre lo que las compañías deberían o no estar autorizadas para integrar a su contenido. Si bien es cierto que muchos de estos tipos de videojuegos traen advertencia de contenido sexual o extrema violencia, muchos niños y adolescentes lo compran indistintamente. E incluso muchas personas desconocen que los juegos tengan si quiera una clasificación.

Donald Trump incluso ha llegado a reprobar este tipo de contenidos vía twitter lo que ha llevado al temor de que puedan terminar censurados en Estados Unidos varios títulos similares. Aunque no hay forma de saber si éste temor es fundamentado o no, lo que sí es claro es que con el uso de internet, la información está al alcance de cualquiera. No hay una forma cien por ciento segura de prevenir que los menores tengan acceso a esta clase de contenido. Lo único cierto es que los padres y familiares de los más jóvenes siempre pueden estar pendientes de lo que sus hijos consumen y explicarles, sin hacer cacería de brujas, el porqué y el cómo de las cosas en lugar de ocultar información que es lo mismo que meter el polvo debajo del tapete.

Entonces sólo quedaría preguntarse ¿creen que merecía ser sancionado?

 

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